| _version_ | 1847336098735325184 |
|---|---|
| collection | Digital |
| edition | 1 |
| format | Book |
| fullrecord | 02575nam a22001577u 4500007001500000008003700015020001800052245001100070260004500081250000600126041000600132520202700138956007602165999001502241952016102256cr ||||||a|a||211014s210301 |||||||||||00| 0 spa0 a9788498978087 aPoemas aBarcelonabLinkgua Edicionesc2021-03-01 a1 a00 aPoemas de Gertrudis Gómez de Avellaneda Fragmento de la obra La vuelta a la patria Saludo ¡Perla del mar! ¡Cuba hermosa! Después de ausencia tan larga Que por más de cuatro lustros Conté sus horas infaustas, Torno al fin, torno a pisar 5 Tus siempre queridas playas, De júbilo henchido el pecho, De entusiasmo ardiendo el alma. ¡Salud, oh tierra bendita, Tranquilo edén de mi infancia, 10 Que encierras tantos recuerdos De mis sueños de esperanza! ¡Salud, salud, nobles hijos De aquesta mi dulce patria! ¡Hermanos, que hacéis su gloria! 15 ¡Hermanas, que sois su gala! ¡Salud!... Si afectos profundos Traducir pueden palabras, Por los ámbitos queridos Llevad, —¡brisas perfumadas, 20 Que habéis mecido mi cuna Entre plátanos y palmas!— Llevad los tiernos saludos Que a Cuba mi amor consagra. Llevadlos por esos campos 25 Que vuestro soplo embalsama, Y en cuyo ambiente de vida Mi corazón se restaura: Por esos campos felices, Que nunca el cierzo maltrata, 30 Y cuya pompa perenne Melifluos sinsontes cantan. Esos campos do la ceiba Hasta las nubes levanta De su copa el verde toldo, 35 Que grato frescor derrama: Donde el cedro y la caoba Confunden sus grandes ramas, Y el yarey y el cocotero Sus lindas pencas enlazan 40 Donde el naranjo y la piña Vierten al par su fragancia; Donde responde sonora A vuestros besos la caña; Donde ostentan los cafetos 45 Sus flores de filigrana, Y sus granos de rubíes Y sus hojas de esmeraldas. Llevadlos por esos bosques Que jamás el Sol traspasa, 50 Y a cuya sombra poética, Do refrescáis vuestras alas, Se escucha en la siesta ardiente —Cual vago concento de hadas La misteriosa armonía 55 De árboles, pájaros, aguas, Que en soledades secretas, Con ignotas concordancias, Susurran, trinan, murmuran, Entre el silencio y la calma. 60 Llevadlos por esos montes, De cuyas vírgenes faldas Se desprenden mil arroyos En limpias ondas de plata. Llevadlos por los vergeles, 65 Llevadlos por las sabanas En cuyo inmenso horizonte Quiero perder mis miradas. 2DRM9715aXeBookqEPUBs189u263_1618214828_6073ffacb83e8_6073ffacb83ec c3451d3451 0010399940709715aBibliotecabBibliotecacREd2021-10-14ePubLinkguafSUBSCRIPTIp563r2021-10-14yEBKx[XUID]263_1618214828_6073ffacb83e8_6073ffacb83ec |
| id | person.3451 |
| illustrated | Not Illustrated |
| isbn | 9788498978087 |
| publishDate | 2021 |
| publisher | Linkgua Ediciones |
| publisher_txtF_mv | Linkgua Ediciones |
| record_format | marc |
| repository_str | Repo_Digital |
| spelling | Poemas Barcelona Linkgua Ediciones 2021-03-01 1 Poemas de Gertrudis Gómez de Avellaneda Fragmento de la obra La vuelta a la patria Saludo ¡Perla del mar! ¡Cuba hermosa! Después de ausencia tan larga Que por más de cuatro lustros Conté sus horas infaustas, Torno al fin, torno a pisar 5 Tus siempre queridas playas, De júbilo henchido el pecho, De entusiasmo ardiendo el alma. ¡Salud, oh tierra bendita, Tranquilo edén de mi infancia, 10 Que encierras tantos recuerdos De mis sueños de esperanza! ¡Salud, salud, nobles hijos De aquesta mi dulce patria! ¡Hermanos, que hacéis su gloria! 15 ¡Hermanas, que sois su gala! ¡Salud!... Si afectos profundos Traducir pueden palabras, Por los ámbitos queridos Llevad, —¡brisas perfumadas, 20 Que habéis mecido mi cuna Entre plátanos y palmas!— Llevad los tiernos saludos Que a Cuba mi amor consagra. Llevadlos por esos campos 25 Que vuestro soplo embalsama, Y en cuyo ambiente de vida Mi corazón se restaura: Por esos campos felices, Que nunca el cierzo maltrata, 30 Y cuya pompa perenne Melifluos sinsontes cantan. Esos campos do la ceiba Hasta las nubes levanta De su copa el verde toldo, 35 Que grato frescor derrama: Donde el cedro y la caoba Confunden sus grandes ramas, Y el yarey y el cocotero Sus lindas pencas enlazan 40 Donde el naranjo y la piña Vierten al par su fragancia; Donde responde sonora A vuestros besos la caña; Donde ostentan los cafetos 45 Sus flores de filigrana, Y sus granos de rubíes Y sus hojas de esmeraldas. Llevadlos por esos bosques Que jamás el Sol traspasa, 50 Y a cuya sombra poética, Do refrescáis vuestras alas, Se escucha en la siesta ardiente —Cual vago concento de hadas La misteriosa armonía 55 De árboles, pájaros, aguas, Que en soledades secretas, Con ignotas concordancias, Susurran, trinan, murmuran, Entre el silencio y la calma. 60 Llevadlos por esos montes, De cuyas vírgenes faldas Se desprenden mil arroyos En limpias ondas de plata. Llevadlos por los vergeles, 65 Llevadlos por las sabanas En cuyo inmenso horizonte Quiero perder mis miradas. |
| spellingShingle | Poemas |
| title | Poemas |
| title_auth | Poemas |
| title_full | Poemas |
| title_fullStr | Poemas |
| title_full_unstemmed | Poemas |
| title_short | Poemas |
| title_sort | poemas |
| upc_str_mv | 563 |
Um serviço digital da FCT