Pessoa

Al anochecer

Detalhes bibliográficos
Autor principal: Llull, Ramón
Formato: Livro
Publicado em: Linkgua Ediciones 2021
Edição:1
Assuntos:
_version_ 1847336154122158080
author Llull, Ramón
author_facet Llull, Ramón
author_role
author_sort Llull, Ramón
author_variant r l rl
collection Digital
edition 1
format Book
fullrecord 02408nam a22002537u 4500007001500000008003700015020001800052245003100070100001800101260004500119250000600164041000600170653002200176072000700198520158600205650001401791650002701805650002601832650002201858650002201880956007601902999001501978952016101993cr ||||||a|a||211014s210301 |||||||||||00| 0 spa0 a9788490074718 aAl anochecercRamón Llull aLlull, Ramón aBarcelonabLinkgua Edicionesc2021-03-01 a1 a0 aFicción clásica aFC0 aAl anochecer. Emilia Pardo Bazán Fragmento de la obra En la vereda solitaria se encontraron a la puesta del Sol los dos hombres del pueblo. Venían en contrarias direcciones. El uno regresaba de dar una ojeada a sus viñas, que empezaban a brotar; el otro había asistido, más bien curioso, al suplicio de cierto Yesúa de Nazaret, y bajaba de la montañuela para entrar en la ciudad antes que los portones y cadenas se cerrasen. Se saludaron cortésmente, como vecinos que eran, y el viñador interrogó al ebanista: —¿Qué hay de nuevo en la ciudad, Daniel? Yo estuve abonando mis tierras, que la primavera avanza, y he dormido en el chozo la noche anterior. —Lo que hay —respondió el ebanista— no es muy bueno. Han crucificado esta tarde al profeta Yesúa. Te acordarás del día en que le esperábamos a las puertas de Sión y agitábamos ramos de palma y le alfombrábamos el paso con espadañas y hierbas olorosas. Yo no era de los suyos, pero hacía como todos, que es siempre lo más prudente. No se sabe lo que puede ocurrir. La multitud estaba alborotada, y le aclamaban rey. Y entonces me quité el manto y lo tendí en el suelo, para que lo pisase el asna en que iba montado el Rabí. —Que por cierto era mía —declaró Sabas—. Mi gañán la dejó atada a un árbol, con su buchecillo, y los discípulos la desataron para el Rabí, a fin de que entrase en triunfo. Después me la restituyeron. Yo digo que son gente benigna y que no daña a nadie. Y el Rabí ningún suplicio merecía. Ha curado a bastante gente poniéndole las manos sobre la cabeza.043FIC00400004aFicción clásica3FBC04aFICCIÓN CLÁSICA3FC043Ficción clásica04aFicción clásica 2DRM9344aXeBookqEPUBs554u263_1618213575_6073fac794030_6073fac794033 c3080d3080 0010399940709344aBibliotecabBibliotecacREd2021-10-14ePubLinkguafSUBSCRIPTIp192r2021-10-14yEBKx[XUID]263_1618213575_6073fac794030_6073fac794033
id person.3080
illustrated Not Illustrated
isbn 9788490074718
publishDate 2021
publisher Linkgua Ediciones
publisher_txtF_mv Linkgua Ediciones
record_format marc
repository_str Repo_Digital
spelling Al anochecer Ramón Llull
Llull, Ramón
Barcelona Linkgua Ediciones 2021-03-01
1
Ficción clásica
Al anochecer. Emilia Pardo Bazán Fragmento de la obra En la vereda solitaria se encontraron a la puesta del Sol los dos hombres del pueblo. Venían en contrarias direcciones. El uno regresaba de dar una ojeada a sus viñas, que empezaban a brotar; el otro había asistido, más bien curioso, al suplicio de cierto Yesúa de Nazaret, y bajaba de la montañuela para entrar en la ciudad antes que los portones y cadenas se cerrasen. Se saludaron cortésmente, como vecinos que eran, y el viñador interrogó al ebanista: —¿Qué hay de nuevo en la ciudad, Daniel? Yo estuve abonando mis tierras, que la primavera avanza, y he dormido en el chozo la noche anterior. —Lo que hay —respondió el ebanista— no es muy bueno. Han crucificado esta tarde al profeta Yesúa. Te acordarás del día en que le esperábamos a las puertas de Sión y agitábamos ramos de palma y le alfombrábamos el paso con espadañas y hierbas olorosas. Yo no era de los suyos, pero hacía como todos, que es siempre lo más prudente. No se sabe lo que puede ocurrir. La multitud estaba alborotada, y le aclamaban rey. Y entonces me quité el manto y lo tendí en el suelo, para que lo pisase el asna en que iba montado el Rabí. —Que por cierto era mía —declaró Sabas—. Mi gañán la dejó atada a un árbol, con su buchecillo, y los discípulos la desataron para el Rabí, a fin de que entrase en triunfo. Después me la restituyeron. Yo digo que son gente benigna y que no daña a nadie. Y el Rabí ningún suplicio merecía. Ha curado a bastante gente poniéndole las manos sobre la cabeza.
FIC004000
Ficción clásica FBC
FICCIÓN CLÁSICA FC
spellingShingle Llull, Ramón
Al anochecer
Ficción clásica
FIC004000
Ficción clásica FBC
FICCIÓN CLÁSICA FC
title Al anochecer
title_auth Al anochecer
title_full Al anochecer Ramón Llull
title_fullStr Al anochecer Ramón Llull
title_full_unstemmed Al anochecer Ramón Llull
title_short Al anochecer
title_sort al anochecer
topic Ficción clásica
FIC004000
Ficción clásica FBC
FICCIÓN CLÁSICA FC
topic_facet Ficción clásica
FICCIÓN CLÁSICA
upc_str_mv 192
work_keys_str_mv AT llullramon alanochecer